¿Misterio resuelto? La detección de la primera señal de radio del cometa interestelar 3I/ATLAS da algunas pistas sobre su origen cósmico

3I/ATLAS
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Jimmy Pepinosa

Editor

El radiotelescopio MeerKAT, operado por el Observatorio Sudafricano de Radioastronomía, detectó la primera señal de radio proveniente del cometa interestelar 3I/ATLAS, un visitante que atraviesa el Sistema Solar a más de 210.000 kilómetros por hora

La detección, registrada el 24 de octubre, corresponde a líneas de absorción de moléculas de hidroxilo (OH) en las frecuencias de 1665 y 1667 MHz, un patrón característico de la actividad cometaria.

Aunque algunos entusiastas imaginaron que una “señal de radio” implicaba la posibilidad de una transmisión artificial, los astrónomos aclararon rápidamente que se trata de una firma química natural. Este tipo de emisiones o absorciones ocurren cuando el agua se descompone bajo la radiación solar, liberando radicales OH que interactúan con la luz en frecuencias específicas.

“Estas líneas de absorción confirman que 3I/ATLAS se comporta como un cometa activo y no como un objeto tecnológico”, explicó el equipo responsable de la observación en The Astronomer’s Telegram.

Un visitante antiguo y enigmático

3I/ATLAS (ESA)

3I/ATLAS es apenas el tercer objeto interestelar confirmado que visita nuestro vecindario cósmico, después de 'Oumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019). Fue detectado el 1 de julio de 2025 por la red de telescopios ATLAS, en Chile, y desde entonces ha desconcertado a la comunidad científica con su comportamiento inusual.

A diferencia de los cometas comunes, su brillo ha aumentado a un ritmo siete veces más rápido, su color cambió de rojizo a azul intenso, y su trayectoria ha mostrado aceleraciones no gravitatorias difíciles de explicar solo por la influencia del Sol. 

Estos factores alimentaron teorías alternativas, incluidas las del astrofísico Avi Loeb, de la Universidad de Harvard, que sugieren la posibilidad de que el objeto no sea natural.

Sin embargo, la detección de MeerKAT parece inclinar la balanza hacia una explicación más convencional, aunque no menos fascinante.

Agua, calor y una historia que contar

3I/ATLAS (Tianwen-1)

El hecho de que el cometa haya emitido líneas de absorción de OH indica que el agua está presente en su superficie y se está descomponiendo por efecto de la radiación solar. Esto ocurre cuando los hielos del cometa subliman, liberando gas y polvo, que a su vez alteran ligeramente su trayectoria, un fenómeno conocido como aceleración no gravitatoria.

Curiosamente, las observaciones muestran que el cometa se redujo un 13 por ciento en tamaño tras su paso cercano al Sol a finales de octubre, pero sin formar una cola visible, lo que desconcierta incluso a los investigadores. Loeb y otros astrónomos sugieren que esta pérdida de masa “silenciosa” podría deberse a una composición atípica o a una capa superficial modificada por radiación cósmica durante miles de millones de años.

3I/ATLAS podría ser un fragmento de un sistema solar anterior al nuestro, proveniente de las zonas más antiguas del disco grueso de la Vía Láctea. Su antigüedad estimada supera los 11.000 millones de años, lo que lo convierte en una cápsula del tiempo cósmica.

La carrera por observarlo antes de que se marche

3I/ATLAS (NASA)

El próximo 19 de diciembre de 2025, 3I/ATLAS pasará a 269 millones de kilómetros de la Tierra, su punto más cercano antes de abandonar el Sistema Solar para siempre. Aunque no será visible a simple vista, telescopios espaciales como el James Webb, así como misiones de la ESA y de China, aprovecharán la oportunidad para estudiar su composición con mayor detalle.

La nave Juno de la NASA también podría participar: cuando el cometa pase cerca de Júpiter en marzo de 2026, sus antenas intentarán captar señales en bajas frecuencias (entre 40 y 50 MHz) para obtener nuevos datos sobre su actividad.

Mientras tanto, los astrónomos continúan monitoreando su trayectoria con una precisión que combina modelos orbitales, inteligencia artificial y observaciones coordinadas desde la Tierra y el espacio.

Un misterio que inspira más preguntas que respuestas

3I/ATLAS (NASA)

La señal de MeerKAT no revela un mensaje alienígena, pero sí una historia de agua, radiación y tiempo interestelar. Detrás del ruido cósmico, los científicos están aprendiendo más sobre cómo se forman, viajan y evolucionan los cuerpos helados que nacen en los confines de otras estrellas.

El misterio, al menos por ahora, parece tener una respuesta natural. Pero, como suele ocurrir en astronomía, cada respuesta abre una nueva pregunta. ¿Por qué se comporta tan distinto a otros cometas? ¿Qué secretos guarda en su núcleo azul?

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