3I/ATLAS ahora viaja a su punto más cercano con la Tierra y esto se sabe del plan de defensa planetaria que la NASA activó ante la desconcertante actividad del cometa interestelar

3I/ATLAS
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Jimmy Pepinosa

Editor

El cometa interestelar 3I/ATLAS, un visitante que viene desde fuera de nuestro sistema solar que recientemente alcanzó su fase de perihelio tras pasar por su punto mas cercano al Sol, ahora se encuentra en ruta al punto más cercano que alcanzará su trayectoria respecto a la Tierra

El objeto tendrá una máxima cercanía a nuestro planeta que está estimada para el 19 de diciembre de 2025, cuando pase a unas 1.80 unidades astronómicas (~270 millones de km).

Mientras que su órbita después de enero de 2026 continuará su trayecto hacia el vacío interestelar. Un carácter efímero lo ha convertido en una prioridad para la comunidad astronómica global, que busca estudiar su composición antes de que desaparezca de los radares.

Y aunque su paso se mantiene a una distancia segura, unos 270 millones de kilómetros, la atención científica y mediática ha escalado debido a una serie de comportamientos inusuales que han desconcertado incluso a los astrónomos más experimentados.

Así es el cometa 3I/ATLAS

3I/ATLAS (NASA)

Este cometa fue descubierto el 1 de julio de 2025 por el sistema de telescopios ATLAS (Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System) y se convirtió en el tercer objeto interestelar confirmado que atraviesa el sistema solar. 

A diferencia de los cometas originados cerca del Sol, este proviene de un rincón remoto de la galaxia y viaja a más de 60 kilómetros por segundo.

Las primeras observaciones del telescopio Hubble y de la Agencia Espacial Europea (ESA) revelaron en su superficie materiales poco comunes, como vapor de níquel y compuestos metálicos nunca antes detectados en cometas conocidos

Mientras que su núcleo, estimado en unos 20 kilómetros de diámetro, lo convierte además en el mayor objeto interestelar registrado hasta ahora.

Una actividad, cuanto menos inusual 

3I/ATLAS (NASA)

El pasado 29 de octubre, mientras 3I/ATLAS pasaba por su punto más cercano al Sol, los instrumentos del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA registraron una aceleración no gravitacional

En términos simples, el cometa cambió su velocidad sin que existiera una causa explicable por la atracción solar o planetaria. En el espacio, los objetos siguen trayectorias predecibles, pero 3I/ATLAS parece estar “empujado” por una fuerza desconocida.

El astrofísico Avi Loeb, de la Universidad de Harvard, sugirió que la magnitud del impulso observado supera con creces lo que podría explicarse por la sublimación de hielos, que es el proceso natural que provoca la liberación de gases al acercarse al Sol.

A esto se sumó otro fenómeno: un cambio en el color del cometa, que pasó de tonos rojizos a un azul brillante, algo nunca antes observado. Según los análisis preliminares, podría tratarse de una intensa emisión de monóxido de carbono ionizado; sin embargo, la intensidad de la señal no encaja del todo con esa explicación. 

Para algunos investigadores, si no se detecta una nube de gas alrededor del objeto en las próximas semanas, podría tratarse de un fenómeno aún no comprendido.

NASA activa un plan de defensa planetaria

3I/ATLAS (NASA)

El término “defensa planetaria” comenzó a circular en redes sociales después de que la NASA confirmara el seguimiento continuo del cometa mediante su Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria (PDCO). 

Sin embargo, la agencia aclaró que no se trata de una alerta ni de un protocolo de emergencia, sino de una campaña internacional de observación organizada por la International Asteroid Warning Network (IAWN).

Esta red, respaldada por la ONU, coordina observatorios de todo el mundo para monitorear objetos potencialmente peligrosos o, como en este caso, cuerpos de interés científico. El objetivo es mejorar los sistemas de detección y reacción ante futuros eventos, no desplegar medidas defensivas.

En palabras de un portavoz del JPL, “el 3I/ATLAS no representa ningún riesgo para la Tierra. Su estudio es una oportunidad para aprender más sobre materiales y dinámicas del espacio interestelar”.

Ciencia, curiosidad y controversia

3I/ATLAS (NASA)

Avi Loeb, conocido por su teoría de que el objeto interestelar ‘Oumuamua (detectado en 2017) podría haber sido un artefacto tecnológico, volvió a plantear la posibilidad de que 3I/ATLAS no sea completamente natural. 

Sus observaciones apuntan a una secuencia de nueve anomalías que, en conjunto, tendrían una probabilidad extremadamente baja de ocurrir de forma espontánea. La comunidad científica, no obstante, mantiene cautela: los datos aún son insuficientes para validar una hipótesis de origen artificial.

Mientras tanto, la NASA y la ESA continúan recopilando información con telescopios terrestres y sondas solares como SOHO y STEREO, buscando señales de gas, polvo o actividad magnética que expliquen el comportamiento del cometa. 

Si los cálculos de Loeb son correctos, en las próximas semanas debería observarse una enorme nube de escombros alrededor de 3I/ATLAS, equivalente a más de 5.000 millones de toneladas de gas. Si no aparece, el misterio crecerá.

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