El 2026 se perfila como un año en el que el entretenimiento sonoro tendrá un papel protagónico, pues el calendario incluye el Mundial de fútbol 2026 que se vivirá en múltiples pantallas, así como estrenos de series y películas pensadas para audio espacial.
A esto se suma, un consumo cada vez mayor de música, podcasts y audiolibros producidos con estándares de sonido más exigentes.
En este contexto, el audio deja de ser un complemento y se convierte en parte central de la experiencia. De hecho, Sonos, marca líder en el desarrollo de sistemas de sonido, plantea un ecosistema que apunta a dos frentes clave para ese escenario: inmersión en casa y portabilidad sin concesiones.
Un año para escuchar distinto
(Sonos)
Las plataformas de streaming y los grandes eventos deportivos ya no se diseñan solo para verse, sino para sentirse.
El sonido envolvente, la claridad en las voces y la separación de canales son hoy parte del lenguaje narrativo.
Pensar en el audio del hogar como un sistema y no como dispositivos aislados permite que música, cine y deporte convivan con coherencia, tanto en una sala principal como en otros espacios del día a día.
Viajes, trabajo y concentración: el audio personal como refugio
(Sonos)
El crecimiento del trabajo híbrido y de los desplazamientos frecuentes ha llevado a que la experiencia sonora personal gane relevancia. En ese terreno, los audifonos Sonos Ace apuntan a quienes buscan aislarse del ruido exterior sin perder fidelidad.
La cancelación activa de ruido se combina con audio espacial y una autonomía pensada para jornadas largas, lo que los hace funcionales tanto para vuelos extensos como para sesiones de trabajo remoto o consumo de contenidos en movilidad.
El modo ambiente, por su parte, permite volver al entorno sin interrumpir del todo la experiencia.
Esa lógica de acompañamiento se extiende con la Roam 2, un parlante compacto que se adapta a distintos contextos gracias a su doble conectividad Wi-Fi y Bluetooth. En casa funciona como parte del sistema Sonos; fuera de ella, mantiene una firma sonora consistente para quienes no quieren sacrificar calidad al moverse entre espacios.
El Mundial en casa: cuando el sonido hace la diferencia
(Sonos)
El fútbol, especialmente en un evento global como el Mundial, exige algo más que una buena imagen. El ambiente del estadio, el golpe del balón y la narración clara son elementos que definen la experiencia.
En ese escenario, la Arc Ultra se plantea como eje de un cine en casa enfocado en audio espacial. La compatibilidad con Dolby Atmos amplía la escena sonora y permite que la acción se perciba con mayor profundidad, mientras que la mejora de voz facilita seguir cada jugada incluso en reuniones concurridas.
El acompañamiento del Sub 4 aporta graves controlados que suman impacto sin vibraciones invasivas.
Para espacios más contenidos, la Beam de segunda generación ofrece una alternativa compacta que también aprovecha el audio espacial, especialmente cuando se integra con el Sub Mini, logrando un balance adecuado entre tamaño y presencia sonora.
Música que ocupa el espacio completo
(Sonos)
La música producida en formatos envolventes ha dejado de ser una curiosidad técnica para convertirse en una propuesta artística concreta.
En ese terreno, el Era 300 está pensado para reproducir esas mezclas tal como fueron concebidas.
Su diseño acústico proyecta el sonido en múltiples direcciones, creando una escena tridimensional que transforma la escucha doméstica en una experiencia más cercana a un estudio o a una sala dedicada.
Portabilidad sin perder potencia
(Sonos)
Las reuniones al aire libre y los planes fuera de casa también forman parte del entretenimiento del 2026.
El Move 2 responde a esa dinámica con un formato portátil que mantiene un sonido amplio y consistente.
Su autonomía y resistencia a la intemperie permiten llevar el sistema Sonos más allá de la sala, sin que el cambio de entorno implique una pérdida de calidad.
Vinilos y fuentes analógicas en clave actual
El resurgimiento del vinilo convive con sistemas de audio cada vez más digitales. Para quienes mantienen una tornamesa como pieza central de su escucha, el Sonos Five ofrece una integración directa gracias a su entrada de línea, permitiendo que el sonido analógico se distribuya por todo el ecosistema.
Esa misma posibilidad se extiende a otros modelos mediante adaptadores, ampliando las opciones para combinar lo clásico con lo conectado.
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