Hasta hace unos días, Astronomer era una firma de tecnología especializada en infraestructura de datos, conocida principalmente dentro del ecosistema empresarial por ser el motor detrás de Astro, una plataforma que potencia el uso de Apache Airflow en grandes compañías.
Sin embargo, el nombre de la empresa dio un inesperado giro hacia la fama mundial y no precisamente por sus desarrollos, sino tras una escena protagonizada por dos de sus ejecutivos durante un concierto de Coldplay en Massachusetts que rápidamente se volvió viral en redes sociales.
Todo comenzó cuando la clásica kiss cam, un recurso habitual en estadios y eventos masivos, enfocó a una pareja entre el público del Gillette Stadium, en Foxborough.
Lejos de sonreír o corresponder al gesto, ambos protagonistas reaccionaron con sobresalto: ella cubrió su rostro con las manos, él se agachó como intentando desaparecer.
Desde el escenario, Chris Martin, líder de Coldplay, soltó una frase que encendió la chispa: “¿Qué fue eso? O están teniendo una aventura o son muy tímidos”. Minutos después, ya era tarde para cualquier explicación.
Quiénes fueron los involucrados
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La escena recorrió internet con una velocidad inusitada. Investigadores aficionados no tardaron en identificar a los implicados: Andy Byron, CEO de Astronomer, y Kristin Cabot, directora de Recursos Humanos de la misma compañía.
La viralización fue acompañada por miles de comentarios, especulaciones, reacciones y, en algunos casos, burlas. El momento capturado no solo generó un eco en redes sociales, sino que también desencadenó una revisión pública del entorno laboral y personal de ambos ejecutivos.
De hecho, Astronomer no tardó en estar bajo el escrutinio del público.
Que hace esta compañía
(Astronomer)
Fundada como una plataforma especializada en la orquestación de datos, la compañía ha crecido rápidamente en los últimos años, alcanzando una valoración estimada de 1.200 millones de dólares.
Desde 2018, ha sido una fuerza clave detrás de Apache Airflow, una herramienta de código abierto ampliamente adoptada para gestionar pipelines de datos.
Bajo el liderazgo de Byron desde julio de 2023, la firma ha expandido su base de clientes y ha reforzado su posicionamiento como una solución confiable para infraestructura de datos crítica en inteligencia artificial y analítica empresarial.
Kristin Cabot: “una líder probada”
(Astronomer)
Cabot, por su parte, se sumó al equipo directivo en noviembre de 2024. En el comunicado oficial que anunciaba su llegada, Byron destacaba su “liderazgo excepcional” y su experiencia en gestión de talento, argumentando que su incorporación sería clave para continuar la rápida trayectoria de crecimiento de Astronomer.
En la misma nota, Cabot se mostraba entusiasmada: “Me sentí energizada tras mis conversaciones con Andy y el equipo de liderazgo sobre las oportunidades que existen aquí”.
La ironía no pasó desapercibida para los observadores. Pues la persona encargada de velar por la cultura organizacional y las relaciones internas se convirtió en el centro de una controversia que plantea preguntas sobre profesionalismo, límites y ética en el lugar de trabajo.
A esto se suma la situación personal de los implicados: Byron, casado con Megan Kerrigan Byron, quien, según usuarios de redes sociales, eliminó su apellido marital de sus perfiles tras el escándalo, y Cabot, divorciada desde 2022 según registros judiciales.
Internet ha sido implacable
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La reacción en internet fue inmediata. En X, TikTok e Instagram, el momento fue replicado millones de veces. Comentarios como “no hay forma de justificar esa reacción si no estaban teniendo una aventura” o “si viera a mi esposo así en un concierto de Coldplay terminaría hospitalizada” circularon con rapidez.
La comunidad digital también expresó solidaridad con la esposa de Byron, a quien aplaudieron por tomar distancia del asunto en redes sociales. Incluso aparecieron memes y frases como “Hotel: 200 dólares, entradas: 600 dólares, abogado de divorcio: 50.000 dólares. Ser expuesto por Coldplay: no tiene precio”.
Pero más allá de la viralidad, también surgieron reacciones desde el entorno profesional de los protagonistas.
Qué dicen los que conocen a Byron
(Astronomer)
El New York Post recogió testimonios de antiguos colaboradores de Byron que, entre risas, comentaron que el incidente no les sorprendía.
Algunos calificaron al CEO como un jefe “tóxico”, y aseguraron que varios excompañeros compartieron el video entre chats privados como una suerte de justicia poética.
Y de momento, la empresa no ha emitido comentarios oficiales, y tanto Byron como Cabot evitaron responder las llamadas del medio estadounidense.
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